Changde, hoy una vibrante ciudad al noroeste de la provincia de Hunan, fue en su día escenario de una de las batallas más encarnizadas de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa, conocida como el “Stalingrado de Oriente”.
En noviembre de 1943, Japón desplegó 100.000 soldados para atacar Changde, una puerta de entrada clave a la capital de guerra, Chongqing. La caída de Changde habría puesto en peligro todo el frente suroeste de China. La batalla para defender Changde se convirtió así en una de vital importancia.
Según Long Chaobin, subdirector del Museo de Changde, la batalla para defender Changde fue la más brutal. Más de 8.000 soldados chinos de la 57ª División, 74º Cuerpo, liderados por el comandante Yu Chengwan, defendieron la ciudad durante 16 días. Defendieron cada muro, cada trinchera, cada foso con sus vidas. A costa de 5.703 vidas perdidas y más de 2.000 heridos, frustraron el plan estratégico de Japón.
En la actualidad, aún se conservan varios emplazamientos defensivos en Changde. Los defensores mantuvieron estas posiciones, frenando el avance de las tropas japonesas y ganando tiempo hasta la llegada de los refuerzos.

La batalla de Changde duró más de 50 días. Las fuerzas chinas defendieron la ciudad y obligaron a los japoneses a retirarse con más de 20.000 bajas.
La batalla de Changde fue la primera victoria de China tras la Conferencia de El Cairo. El Chicago Sun-Times comentó: “La importancia de la reconquista de Changde por parte del ejército chino va mucho más allá de la batalla en sí misma. Demuestra la fuerza y la moral del ejército chino”. Esta victoria elevó la moral nacional y contribuyó a fortalecer la alianza entre China, Estados Unidos y el Reino Unido para alcanzar la victoria definitiva en la guerra mundial contra el fascismo.
/CGTN