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Moscú, 27 dic (Sputnik).- El exmandatario y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, se pronunció por infligir el mayor castigo posible a Europa, por erigirse en el principal baluarte de la rusofobia y por el papel que jugó en el conflicto armado de Ucrania.
“Es Europa, convertida en una vieja malvada y loca, la que ha llegado a ser el principal baluarte de la rusofobia en el mundo. Es la Europa mentirosa la que tiene la culpa de que las negociaciones de Estambul [entre Rusia y Ucrania] hayan fracasado. Es la Europa estúpida la que ha desatado frenéticamente una fútil campaña de sanciones, que ha acarreado pérdidas colosales a sus ciudadanos. Es la Europa sedienta de sangre la que ha estado alimentando a los demonios más recalcitrantes de la guerra, sin reparar en las bajas de las partes en conflicto”, denunció Medvédev desde su canal de Telegram.
Por todo esto, a juicio de Medvédev, Europa merece un castigo por todos los medios al alcance de Rusia: políticos, económicos e híbridos.
“Debemos ayudar a cualquier proceso destructivo en Europa. ¡Que vivan los vándalos agresivos en sus callejuelas históricas! ¡Gloria a las multitudes de inmigrantes que cometen atrocidades y destruyen, llenos de odio, los valores arcoíris europeos! ¡Que desaparezcan los rostros abominables de los burócratas europeos en el torbellino de futuros enfrentamientos civiles!”, clamó el político que ejerció como presidente de Rusia de 2008 a 2012 y fue primer ministro de 2012 a 2020.
Para justificar “tanta dureza”, Medvédev apuntó que el pasado 23 de diciembre la nave de bandera noruega Oslo Carrier 3 se negó a socorrer a los tripulantes del carguero ruso Ursa Major que naufragó en el oeste del Mediterráneo, según el grupo de logística militar OBL, propietario del barco ruso.
Con respecto a Estados Unidos, el alto cargo ruso sugirió una táctica diferente: ignorarle porque de aquí a 100 años no habrá amistad entre Moscú y Washington, mientras que “pelear con Estados Unidos es costoso: un conflicto directo desembocará obviamente en una guerra nuclear mundial”.
El expresidente ruso propuso además “perdonar a aquellos países débiles (principalmente algunos países de Asia y América Latina) que cedieron a la presión de los anglosajones y se implicaron, aunque sea de forma pasiva en la basura antirrusa de Occidente”. (Sputnik)
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