Moscú, 26 oct (Sputnik).- Rusia está profundamente preocupada por la actual escalada explosiva entre Israel e Irán, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
“Estamos profundamente preocupados por la actual escalada explosiva entre Israel y la República Islámica, que plantea amenazas reales a la estabilidad y la seguridad en la región”, señala el comunicado.
Según la vocera, las causas de este conflicto residen en la incapacidad de resolver el conflicto palestino-israelí sobre la base de las conocidas decisiones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU, lo que provoca una tensión cada vez mayor.
“Consideramos extremadamente necesario normalizar cuanto antes la situación militar y política en Oriente Medio, lo que respondería a los intereses de todos los actores razonables, tanto dentro como fuera de la región”, afirmó.
Zajárova también pidió moderación a todas las partes en relación con los ataques aéreos israelíes en territorio iraní.
“Tenemos que dejar de provocar a Irán para que tome represalias y salir de la espiral de escalada incontrolada”, enfatizó.
Además, aseguró que Rusia está dispuesta a trabajar con todas las partes para reducir el nivel de confrontación.
En la madrugada de este sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron ataques de precisión contra objetivos militares en Irán en respuesta a los bombardeos iraníes.
Las FDI precisaron que el principal objetivo del ataque fueron instalaciones de producción de misiles que Irán disparó contra territorio israelí durante el año.
Las fuerzas de defensa aérea de Irán denunciaron que Israel atacó varios centros militares en las provincias iraníes de Teherán, Juzestán e Ilam, causando daños limitados. Más tarde, se informó sobre la muerte de dos soldados iraníes en los ataques.
El 1 de octubre, Irán lanzó decenas de misiles contra el territorio de Israel, en lo que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, calificó como una respuesta legítima “en aras de la paz y la seguridad de Irán y la región”.
Las FDI estiman que se lanzaron desde Irán unos 180 misiles balísticos, buena parte de los cuales fueron interceptados; desde Teherán afirman que la mayoría de los proyectiles alcanzaron blancos militares y de seguridad.
La única víctima mortal de la que informaron algunos medos es un palestino en territorio de Cisjordania.
Las imágenes satelitales publicadas por varios medios muestran impactos de misiles iraníes en instalaciones militares del sur de Israel. El Ejército israelí, por su parte, admitió que los misiles iraníes causaron daños a “edificios administrativos y componentes periféricos” en varias bases aéreas.
El ataque del 1 de octubre siguió a ofensivas aéreas y terrestres de Israel contra Hizbulá, poderosa milicia chií del Líbano en la que Teherán ve una de las piezas clave de su “eje de resistencia” contra el Estado hebreo en Oriente Medio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó ese ataque como “un gran error” y prometió que Irán “lo pagará”.
Fue el segundo ataque directo que Irán lanzó desde su territorio contra Israel, tras un lanzamiento masivo de drones y misiles el pasado 13 de abril en represalia por el bombardeo sobre el consulado iraní en Damasco.
Aquel primer ataque, que duró varias horas y en el que se implicaron también las milicias proiraníes de Siria, Irak y Yemen, fue frustrado con la ayuda de una coalición internacional que incluyó a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Catar, Egipto, Jordania, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin. (Sputnik)
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