En una maniobra que ya es habitual, especialmente en los sectores donde existen posición dominante de mercado, las empresas subieron sus precios en la previa a la reducción del impuesto PAIS.
Este comportamiento está asociado a la eliminación del impuesto PAIS, que el gobierno oficializará mañana.
Como ya se informó, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una baja de diez puntos porcentuales de ese tributo, cuya alícuota pasará del 17,5% al 7,5% a todas las operaciones de compra de moneda extranjera para pagar importaciones de bienes. En cambio, las realizadas para abonar el uso de servicios (como las señales de streaming) o compras en el exterior y adquisición de moneda extranjera para atesoramiento seguirán pagando el 17,5 por ciento.
En las últimas dos semanas, Caputo mantuvo reuniones con empresarios de supermercados y la industria abastecedora de bienes de consumo masivo, a quienes detalló el plan de bajar el impuesto PAIS y su idea de que ello debería derivar en una caída de los precios.
Los productos nacionales industriales tienen muchos componentes importados, sea en los insumos difundidos o en las materias primas. Al caer el impuesto debería reducirse la estructura de costos de las fábricas y, por lo tanto, reducirse el precio final.
Algunos analistas consideran que esa reducción de precios será mínima. Tal el caso de Nadín Argañaraz, titular del Iaraf, quien le bajó el precio a la reducción: “Se supone que la carga tributaria del impuesto PAIS en el precio de venta final neto de IVA es de 2%, 4% y 6% para ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados”, estimó. Al reducirse la alícuota, la rebaja podría llegar al 1,1%, 2,3% y 3,4%, en los tres ejemplos referidos.
Precios para arriba
No obstante ese impacto mínimo de la reducción del impuesto PAIS sobre los precios finales, un conjunto de empresas subieron sus valores en las últimas dos semanas para «compensar» una baja posterior y así satisfacer el reclamo del ministro Caputo.
Pero la movida no pasó desapercibida. Las consultoras LCG y EcoGo consignaron en sus últimos informes que registraron una fuerte aceleración de la suba de los precios de los alimentos durante la última semana de agosto.
La consultora LCG, estimó que la inflación de alimentos se aceleró un punto porcentual en la última semana de agosto, pasando de 0,3% a 1,3%. Ese impulso llevó a que el aumento promedio de las últimas cuatro semanas acelerara a 2,9% en la medición de punta a punta.
Según LCG, la carne subió un 2,3% en la semana y explicó más de la mitad de la inflación total de alimentos de la cuarta semana de agosto. Pero también relevó subas en los condimentos, los lácteos, los huevos y las frutas.
En tanto, EcoGo indicó que en la cuarta semana del mes los alimentos registraron un incremento del 0,8%, marcando una leve aceleración respecto a la semana previa. «Con este dato y considerando un aumento proyectado para la última semana del 0,6%, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3,7% en agosto», señaló.
La consultora Equilibra afirmó que la inflación de la tercera semana de agosto fue 0,3% y la promedio de las últimas cuatro semanas cayó a 3 %. La estimación mensual de inflación general para esta consultora es de 3,5 %.
De todas formas, el ministro Caputo no parece creer del todo en sus propias palabras ya que a mitad de semana anticipó que el número de inflación de agosto «va a estar cercano al nivel de julio, ojalá un poco más abajo, pero va a estar en ese entorno» del cuatro por ciento.
Las expectativas de inflación para los próximos 12 meses se ubicaron en agosto en el 73,5%, casi siete puntos por debajo del 80,6% que se registraba en julio, según un informe difundido el jueves por el Centro de Investigación de Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. «
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