Una misión arqueológica egipcio-alemana ha descubierto una cámara funeraria de una mujer que vivió durante la Dinastía XII, en el llamado Imperio Medio, en la sureña gobernación de Assuit, Egipto, según informó Prensa Latina, socio de la red TV BRICS.
El hallazgo ocurrió durante excavaciones en la tumba de Jifai-Hapi, gobernador del territorio durante el reinado del faraón Senusret o Sesostris I. La tumba es considerada el sepulcro más grande no real de ese período del Antiguo Egipto.
La cámara funeraria descubierta pertenecía a la hija de Jifai-Hapi, una mujer llamada Edi, quien murió antes de cumplir los 40 años y sufrió un defecto congénito en un pie, según estudios preliminares.
El nicho contenía dos ataúdes de madera intrincadamente pintados, uno escondido dentro del otro y ambos totalmente cubiertos con textos que representan el viaje a la otra vida.
También se encontraron varias estatuas de madera y vasos canopos, utilizados en el Antiguo Egipto para depositar las víscera de los difuntos.
Desafortunadamente, la cámara de entierro fue saqueada en la antigüedad, según informó Mohamed Ismail, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.
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