Brasil | De bagazo de caña a embalaje ecológico para equipos electrónicos

Brasil  | De bagazo de caña a embalaje ecológico para equipos electrónicos

Investigadores del Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM) desarrollaron un nuevo embalaje antiestático y sostenible, hecho a partir del bagazo de la caña de azúcar y negro de carbón, un material producido por la combustión incompleta de materia vegetal, como carbón vegetal y alquitrán, o productos derivados del petróleo.

El material promete aumentar la seguridad y reducir los daños causados por descargas electrostáticas en dispositivos electrónicos sensibles, como chips, semiconductores y otros componentes electrónicos. De alto valor, estos elementos están presentes en computadoras, teléfonos móviles, televisores e incluso automóviles.

Llamado criogel conductivo, el producto, además de garantizar seguridad, no compromete el medio ambiente. La idea es que el criogel conductivo sustituya al embalaje plástico, altamente contaminante.

“Nuestro objetivo es ofrecer una alternativa sostenible para la industria de embalajes de productos electrónicos sensibles, sustituyendo materiales plásticos por opciones menos contaminantes y de alto rendimiento”, explica la coordinadora del estudio, Juliana Bernardes.

La investigación del CNPEM que dio origen al producto, publicada en la revista Advanced Sustainable Systems, fue financiada por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo. Además de Juliana, el estudio está firmado por las investigadoras Gabriele Polezi, Elisa Ferreira, y el investigador Diego Nascimento, todos del Laboratorio Nacional de Nanotecnología del CNPEM.

El producto no tiene similares en el mercado y ya tiene patente registrada. El CNPEM buscará, a través de su Oficina de Innovación, asociaciones con empresas interesadas en invertir en la producción a escala industrial.

Según la investigadora, el material tiene una estructura ligera y porosa, con alta resistencia mecánica y propiedades que dificultan la propagación del fuego.

“Su capacidad para conducir electricidad puede ajustarse según la necesidad: en bajas concentraciones de negro de carbón (1% a 5%), disipa cargas electrostáticas lentamente; en concentraciones más altas (por encima del 10%), se convierte en un conductor eficiente y puede utilizarse en aplicaciones más avanzadas para proteger equipos electrónicos altamente sensibles.”

Los científicos explican que los costos de producción aún no han sido definidos, pero el criogel conductivo ofrece una serie de ventajas ambientales y competitivas, como mayor resistencia al fuego, versatilidad y el uso de materias primas abundantes.

AgenciaBrasil