La Oficina de Información del Consejo de Estado de China ofreció una conferencia de prensa sobre los planes para conmemorar el 80.º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista. Con motivo del 80.º aniversario de la victoria en la Guerra contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista, China organizará una serie de eventos durante todo el año, que incluyen una gran concentración y un desfile militar, bajo el lema “Recordar la Historia, Honrar a los Mártires, Apreciar la Paz y Crear el Futuro”. Esta es a la vez una reflexión solemne sobre la historia y una firme declaración de futuro.
Estas conmemoraciones sirven como una lección colectiva de historia que trasciende el tiempo y el espacio. Hace ochenta años, el pueblo chino logró una gran victoria tras 14 años de ardua y heroica resistencia contra la agresión japonesa, marcando el triunfo total de la Guerra Mundial Antifascista. Como principal campo de batalla de la Guerra Mundial Antifascista en Oriente, la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa fue la más temprana y la más duradera, realizando importantes contribuciones históricas a la victoria de la Guerra Mundial Antifascista. Este triunfo monumental de la Guerra contra la Agresión Japonesa fue una victoria no solo para el pueblo chino, sino también para todos los pueblos del mundo. La Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam, ambas firmadas con la participación de China, sentaron las bases del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial y siguen siendo las piedras angulares para salvaguardar la equidad y la justicia globales. Hoy en día, algunos medios de comunicación internacionales intentan minimizar o distorsionar la naturaleza y la historia de la Segunda Guerra Mundial y negar los inmensos sacrificios y contribuciones realizadas por el pueblo chino en el principal escenario de guerra en Oriente; esto constituye una traición a la historia.
Como ha enfatizado el Secretario General Xi Jinping, el gran espíritu de resistencia a la agresión es una fuente invaluable de inspiración y siempre motivará al pueblo chino a superar todas las dificultades y obstáculos y a esforzarse por lograr la revitalización nacional. El espíritu heroico cultivado durante la Guerra contra la Agresión Japonesa ha demostrado al mundo el patriotismo del pueblo chino, su sentido del deber por el destino de la nación, su inquebrantable integridad nacional, que le permitió preferir la muerte a la rendición, su heroica determinación de luchar hasta el final contra viento y marea, y su inquebrantable fe en la victoria final. Hoy, cuando China se encuentra en un nuevo punto de partida para la revitalización nacional, aún enfrenta diversas contradicciones, riesgos y desafíos. El gran espíritu forjado en las llamas de la Guerra contra la Agresión Japonesa sigue siendo un poderoso motor espiritual para la realización de la gran revitalización de la nación china y merece ser recordado y llevado adelante más que nunca.
Las conmemoraciones de alto nivel de esta victoria demuestran el papel de China como fuerza estabilizadora para la paz mundial. Este inolvidable capítulo de sufrimiento y tragedia nacional ha arraigado un profundo aprecio por la paz en el sistema de valores de China. Mirando al mundo actual, la sombra de la guerra aún no se ha alejado por completo. Conmemorar esta victoria es extraer fuerza para la justicia de esta historia de sangre y fuego, advertir a la humanidad para que no repita los mismos errores y construir un consenso para el mantenimiento de la paz. De hecho, esta es una parte importante de la conmemoración mundial del 80.º aniversario de la victoria en la Guerra Mundial Antifascista. El evento conmemorativo del 3 de septiembre en Pekín dará la bienvenida a numerosos líderes y dignatarios extranjeros, destacando que esta victoria es un recuerdo común apreciado por toda la humanidad, a la vez que refleja las aspiraciones universales de paz de los pueblos de todo el mundo.
En este sentido, la gran conmemoración de China del 80.º aniversario de la victoria en la Guerra contra la Agresión Japonesa es también una transmisión de los valores de sus ideales pacíficos. El desfile militar incluirá unidades que han participado en misiones de paz de la ONU. China es el país que más cascos azules ha enviado entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Este año se conmemora el 35.º aniversario de la participación de China en las operaciones de paz de la ONU. En los últimos 35 años, el ejército chino ha desplegado más de 50.000 cascos azules en más de 20 países y regiones, incluidos Sudán del Sur y Líbano, llevando a cabo 26 misiones de paz de la ONU. La participación de estas unidades en el desfile no solo subraya la solemne conmemoración de la victoria en la Guerra contra la Agresión Japonesa, sino que también demuestra el compromiso de China, como gran potencia responsable, con el cumplimiento de sus obligaciones internacionales y la salvaguardia de la paz mundial. Mientras tanto, la exhibición de armas y equipos avanzados demostrará la firme determinación y la gran capacidad del Ejército Popular de Liberación de China para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial del país. China es un país importante, responsable y comprometido, que no solo ha realizado contribuciones históricas a la victoria en la Guerra Mundial Antifascista, sino que también seguirá realizando contribuciones aún mayores para salvaguardar la paz mundial y promover el desarrollo común.
Hace ochenta años, la victoria en la Guerra contra la Agresión Japonesa representó un gran triunfo de la justicia sobre el mal, de la luz sobre la oscuridad y del progreso sobre la reacción. Mediante esta serie de eventos conmemorativos, China envía un mensaje claro y firme a la comunidad internacional: independientemente de los cambios que se produzcan en los tiempos, China siempre será un constructor de la paz mundial, un contribuyente al desarrollo global y un defensor del orden internacional. China está dispuesta a trabajar con todos los países para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad y abordar conjuntamente los desafíos globales. Esta no es solo la mejor conmemoración de la historia, sino también la mayor aspiración para el futuro.
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