Científicos del Instituto Federal de Investigaciones Árticas y Antárticas (AARI, por sus siglas en ruso) descubrieron una gran acumulación de restos de ballenas antiguas en la isla Wilczek, parte del archipiélago Tierra de Francisco José, tras un retroceso anormalmente rápido del glaciar.
El hallazgo se produjo durante la expedición “Universidad Flotante Ártica-2025”, al quedar expuesta una terraza marina tras la división de la cúpula glaciar en dos partes. Así lo informó el
sitio web oficial del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Federación de Rusia.
“En menos de 20 años, varios kilómetros cuadrados quedaron al descubierto, revelando esqueletos bien conservados”, explicó el investigador Nikita Demidov.
Los científicos creen que este hallazgo refleja un episodio de cambio rápido del nivel del mar ocurrido hace miles de años. También destacan que la conservación de los restos mejora cuanto más cerca del glaciar se encuentran.
Además, como parte del estudio de la criolitosfera (la capa congelada del suelo), los científicos han seleccionado un punto estratégico en el cabo Zhelániya (del ruso: cabo del Deseo), en el archipiélago de Nueva Zembla (del ruso: Nueva Tierra), para perforar un pozo termométrico. Este lugar es clave para el monitoreo de la temperatura del permafrost y forma parte del sistema de observación de la Ruta Marítima del Norte, cada vez más relevante debido al deshielo polar.
Este descubrimiento no solo aporta datos valiosos sobre el pasado climático y ecológico del Ártico, sino que también pone en evidencia los efectos acelerados del cambio climático actual en las regiones polares.
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