El Foro Empresarial Cuba-Unión Económica Euroasiática (UEE), celebrado en La Habana, fue un acercamiento, respecto a normativas, requerimientos financieros y logísticos, para la posterior presentación, discusión y concreción de acuerdos entre las partes, asociados a sectores priorizados dentro del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social.
El secretario ejecutivo del Consejo Económico Euroasiático, Serguéi Mijnevich, aseguró que el aporte de ese eventual intercambio podría contribuir notablemente a los nexos económicos, comerciales y de inversión.
“Estoy convencido de que realizar encuentros como este foro de hoy se convertirán, sin dudas, en una plataforma efectiva para el intercambio constructivo, y brindarán también un aporte significativo para la solución de brechas informativas. Es importante determinar las oportunidades para desarrollar las relaciones que responderán a los intereses de mutuo acuerdo”, expresó.
También, resaltó, es medular entender cómo se puede colaborar de manera efectiva y exponer cuáles son las dificultades y restricciones que deben ser resueltas conjuntamente, en aras de avanzar con éxito.
Remarcó que el Consejo Económico Euroasiático reúne a grandes asociaciones empresariales y “decenas de miles de compañías estarían deseosas de establecer convenios de colaboración con nuestros socios cubanos”.
Esta asociación económica de integración internacional opera desde el 1 de enero de 2015 y está conformada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, mientras que Cuba desde 2020 posee el estatus de Estado Observador.
Innovación tecnológica
Según refirió a Sputnik, Antonio Carricarte Corona, presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, algunas de estas esferas de interés, coincidentes con las estrategias asumidas por el mecanismo, son la industria química para la producción de fertilizantes y pienso, la industria metalmecánica, los implementos agrícolas, la agroindustria azucarera y el turismo.
“Podemos avanzar en convenios conjuntos, en primer lugar, por la existencia en la isla de tecnología que puede actualizarse, no solo para su uso en el mercado doméstico. En este sentido, el país puede constituir un puente o plataforma de acceso para, desde nuestro esquema de integración regional, vincular productos y servicios de la Unión Económica Euroasiática con América Latina y el Caribe“, aseguró.
La aspiración, indicó, es el intercambio entre los profesionales de la nación caribeña y los representantes de los Estados que integran el grupo, para “fortalecer las relaciones institucionales con asociaciones y cámaras, captar la atención sobre nuestras propuestas y, eventualmente, sumar potenciales socios tecnológicos y comerciales”.
Esta primera reunión, por tanto, constituyó un espacio de preparación encaminado a la asistencia de Cuba al foro empresarial del grupo, previsto en el mes de septiembre próximo; es decir, “no podemos llegar a ese escenario en cero, debemos trabajar y capacitar desde ahora para que nuestros proyectos tengan un feliz término”.
Carricarte Corona señaló que muchos productos agrícolas locales se vendieron en los territorios miembros de la UEE, por tanto, existe la voluntad de retomar esa actividad, a partir, en su consideración, del potencial interno para el desarrollo de la agricultura y la exportación, sumado a las inversiones foráneas y el empleo de las tierras aún no cultivadas.
El presidente de la Cámara de Comercio mencionó, asimismo, los avances del archipiélago antillano en la industria farmacéutica y biotecnológica, y el turismo de salud, y valoró que estas acciones contribuyen, además, al fortalecimiento de los vínculos con Rusia.
Sostenibilidad de proyectos bilaterales
Para Mario Antonio Padilla Torres, secretario académico del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) y especialista en los países exsocialistas de Europa, este evento, organizado por la Cámara de Comercio de Cuba, busca la sostenibilidad de los proyectos y el fomento de nexos económicos y comerciales.
Recordó, igualmente, la presencia del presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, en el Consejo Supremo de la Unión Económica Euroasiática el 8 de mayo último en Moscú, y la voluntad de La Habana de tener una mayor participación en los mecanismos de la Unión para el avance hacia una integración más profunda.
A juicio del académico, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la mayor de las Antillas hasta 2030 coincide con las prioridades de esa organización, sobre todo, el papel que conceden a la ciencia y la innovación, sumado al fomento de áreas como: turismo, agroindustria e industria biofarmacéutica.
Padilla Torres añadió que esa cooperación ventajosa para ambas partes comprende el impulso de lazos comerciales fortalecidos, la transferencia de conocimientos y tecnología—Cuba podría beneficiarse de la experiencia en sectores como industria, agricultura y energía—, nuevas cadenas de valor, investigaciones conjuntas e intercambio académico.
“Al colaborar con la UEE, la isla podría diversificar su economía. Ello contribuiría a una menor dependencia de esferas tradicionales y al estímulo del crecimiento; y sortear los efectos negativos del bloqueo estadounidense. En mi opinión, estamos en presencia de un nuevo tipo de multipolaridad e intercambio”, señaló.
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