Aunque su altar se encuentra en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en un poblado del mismo nombre a unos 20 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba (oriente), cada 8 de septiembre fieles de todo el país y en el exterior oran, hacen promesas y piden deseos en su nombre.
Para venerarla y rogar por prosperidad, estabilidad en sus relaciones amorosas, salud y los más diversos anhelos, los devotos encienden velas frente a sus imágenes y en pequeños altares existentes en no pocas viviendas.
Según la tradición católica, la imagen de la Virgen María fue hallada en 1612 en la bahía de Nipe (oriente) por tres buscadores de sal, flotando sobre una tabla donde podía leerse ‘Yo soy la Virgen de la Caridad’.
De acuerdo con el destacado etnólogo cubano Fernando Ortiz, desde entonces ‘la Virgen Mambisa, como también se le conoce, ha acompañado a los isleños, en buenas y malas, desde la plegaria más sencilla, hasta la celebración más encumbrada, desde el pedido más íntimo hasta el rezo más público’.
La historiografía nacional recoge que el lugarteniente general Antonio Maceo, líder de las fuerzas independentistas contra España, llevó al cuello un escapulario con la imagen de la Caridad del Cobre.
Según otras investigaciones, alrededor de 200 generales, oficiales y soldados cubanos que lucharon por la soberanía de la nación solicitaron a la Iglesia que la declarara Patrona de la isla, lo cual fue concedido en 1916 por el Papa Benedicto XV.
En su Santuario principal de El Cobre se encuentra una virgen de oro en un altar de mármol y plata ante el cual miles de creyentes depositan objetos personales para rendir tributo o cumplir promesas.
A propósito de los 400 años del hallazgo de la imagen, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba organizó un gran peregrinaje de la virgen por casi 30 mil kilómetros de la geografía nacional.
El homenaje concluyó en diciembre de 2011 con una eucaristía oficiada por el entonces arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, en el centro histórico de la ciudad.
En 2015, durante su visita a Cuba, el papa Francisco entregó en el Santuario de El Cobre un ramo de flores de plata para la Virgen, las cuales acompañan la rosa de oro que el Sumo Pontífice Benedicto XVI ofrendó a la Patrona de la isla en 2012.
Más allá del catolicismo, esta imagen es venerada en los cultos sincréticos afrocubanos como Ochún, la diosa del amor y del dinero, dueña de las aguas dulces.
Por ese motivo, cientos de creyentes acuden cada año a ríos, iglesias o habilitan un rincón de la casa con ofrendas dedicadas a la Caridad del Cobre.
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