El material ha sido elaborado por Xin Zheng y facilitado por
China Daily, socio de la red TV BRICS.
Rusia y China están construyendo una asociación energética más amplia y ecológica que va mucho más allá del comercio tradicional de recursos fósiles para incluir la cooperación en hidrógeno y energías renovables, según un grupo de expertos.
Esta interacción cada vez más profunda es indicativa de los crecientes lazos entre ambos países en diversos sectores, afirmó Zhang Xiulin, directora del departamento de entorno de inversión en el extranjero del Instituto de Investigación de Economía y Tecnología de la principal corporación china de petróleo y gas.
Señaló que Rusia se ha convertido en el mayor proveedor de petróleo de China por segundo año consecutivo. A ello ha contribuido el aumento de la capacidad de los oleoductos.
“En los últimos 30 años, la cooperación se ha ampliado del comercio de petróleo al comercio de gas natural, la construcción de oleoductos, la exploración y producción de yacimientos, el diseño de equipos, la construcción y la exportación”, afirmó Zhang.
La especialista añadió que la estrecha cooperación entre China y Rusia desempeña un papel importante en el equilibrio de la oferta y la demanda mundiales.
“El mercado sigue siendo volátil, y la competencia en el sector energético se intensifica bajo la influencia de la geopolítica, los avances tecnológicos, la lucha contra los efectos del cambio climático y la reestructuración de la cadena de suministro. En estas circunstancias, el desarrollo rápido y estable de la cooperación sino-rusa en materia de petróleo y gas cobra aún más importancia”, explicó.
Zhang cree que el papel de Rusia para la seguridad energética de China es difícil de sobreestimar. Como señaló la experta, la ruta oriental de suministro de gas natural es cada vez más importante. Este gasoducto, el tercero tras el China-Asia Central y el China-Myanmar, se completó totalmente a finales del año pasado y ha alcanzado su plena capacidad, proporcionando un suministro anual de 38.000 millones de metros cúbicos de gas.
Según la Administración General de Aduanas de la República Popular China, aunque Oriente Medio sigue representando la mayor parte de las importaciones de petróleo, China importó 108 millones de toneladas de Rusia el año pasado, equivalentes a 2,17 millones de barriles diarios, o alrededor del 20% de sus importaciones totales de petróleo. China también importó de Rusia el año pasado 31.000 millones de metros cúbicos de gas natural a través de gasoductos y 8,3 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL), lo que la convierte en uno de los principales proveedores de gas del país.
Según Zhang, la proximidad geográfica de los dos países sigue siendo una ventaja importante: los oleoductos y gasoductos conectan Rusia y China directamente, sin pasar por terceros países, lo que reduce los riesgos asociados a las rutas de tránsito.
También señaló las perspectivas de ampliar la cooperación a lo largo de toda la cadena de valor de la energía. Entre las áreas prometedoras, el especialista nombró la energía del hidrógeno y las tecnologías de captura, utilización y almacenamiento del carbono, así como la participación en el desarrollo de los mercados del carbono. Todo ello está en consonancia con los objetivos de ambos países de alcanzar la neutralidad de carbono, subrayó Zhang.
La experta está convencida de que Rusia y China están bien situadas para trabajar juntas en tecnologías bajas en carbono, seguimiento de la huella de carbono e integración de los mercados de carbono, especialmente en el contexto del rápido desarrollo de China en energía solar y eólica, vehículos eléctricos y mercados de carbono.
“El objetivo de ambos países es alcanzar la neutralidad de carbono en 2060, por lo que existe un enorme potencial de cooperación en tecnologías de hidrógeno y captura de carbono. Estamos a punto de forjar una asociación de pleno derecho más allá de la esfera tradicional del petróleo y el gas, hacia una nueva era de interacción energética verde”, concluyó Zhang.
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