Un recorrido por las instalaciones de una moderna planta del Estado boliviano donde se procesa este grano andino, considerado un alimento de gran valor nutritivo y usado por astronautas para alimentarse en largos viajes espaciales. La quinoa es considerado un superalimento por sus grandes beneficios para la salud. Es rico en proteínas y en grasas insaturadas. También en minerales como el hierro, que resulta vital para prevenir la anemia.
Una planta industrializadora de quinoa recientemente inaugurada en el departamento de Oruro beneficia a 3.500 familias campesinas del altiplano y se prevé que, cuando funcione a capacidad plena, comprará cientos de toneladas a 8.900 productores de la región andina.
Equipada con la última tecnología para el procesamiento de este grano, ofrece un alimento de calidad que se distribuye en el mercado interno y próximamente se comenzará a exportar.
La planta se encuentra en la población de Paria, municipio de Soracachi. A unos 3.700 metros sobre el nivel del mar, situada en un paisaje desértico, adentro funcionan modernas maquinarias fabricadas en Suiza.
Cada grano recibe un tratamiento especial. Es pulido para quitarle la saponina, una delgada capa que tiene usos en la industria cosmética. También en el procedimiento se eliminan diminutas pajillas, piedritas y trozos de cuarzo coladas en las etapas de cultivo y cosecha.
El jefe de la planta, Marcos Castillo, dió un recorrido muy detallado por todo el edificio, ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Oruro, a su vez a unos 230 kilómetros al sur de La Paz.
“Nuestra capacidad nominal de la línea de flujo continuo es de dos toneladas por hora. Como estamos iniciando las operaciones, llegamos a 1,2 toneladas por hora. En materia prima, tenemos capacidad para albergar 700 toneladas, mientras de producto terminado podemos tener hasta 1.200 toneladas”, explicó.
La quinoa sale de la planta en tres formatos: grano, hojuela y harina. Es entregada en maxisacos de 1.000 kilos, en sacos de 50 kilos, hasta paquetes de uno y medio kilo.
“Este mes vamos a comenzar a entregar producción al mercado interno, para el subsidio universal [que reparte el Gobierno nacional a diversas poblaciones], también vamos a empezar a exportar a Canadá. Es nuestro primer comprador internacional, para lo cual estamos alistando los documentos respectivos”, dijo Castillo.
La planta de quinoa está bajo la órbita de la estatal Empresa Boliviana de Alimentos (EBA), dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural. Trabaja con la Cámara Nacional de Productores de Quinua, con la cual mantiene un convenio interinstitucional para comprar a precio justo, evitando intermediarios.
Esta cámara “alberga a cinco asociaciones. Cada una tiene por lo menos 700 productores asociados”, explicó Castillo.
Según datos difundidos por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en Bolivia se producen en promedio unas 70.000 toneladas de quinoa por año. En el país se cultivan 28 variedades de este grano tanto para abastecer al mercado interno como para exportación.
El tratamiento del alimento
Ivette es una de las supervisoras que develó el laberíntico derrotero que siguen los granos de quinoa dentro de la planta, pasando por tubos y caños a estacionar en tolvas donde recibe humedad, u otras donde la secan.
También pasa por un “selector óptico, que trabaja con lentes de alta resolución para capturar los colores ajenos al grano de quinoa y expulsarlos a través de inyecciones de aire”, indicó la operaria.
En un tramo “pasa por un detector de metales, que distingue si son partículas inoxidables, ferrosas o no ferrosas. Las máquinas operan con alta sensibilidad. Así aseguramos calidad e inocuidad de nuestro producto“, afirmó la supervisora.
La caída del grano
Hasta una década atrás, se llamaba a la quinoa el grano de oro por su conveniente precio internacional, dado que solamente se la cultivaba en Bolivia y Perú. En estos días, la semilla fue adaptada para crecer en otras latitudes, como en algunos países de Asia. Esto determinó que baje su valor.
“Quedan funcionando varias plantas de quinoa privadas, surgidas durante el boom” del alimento, comentó Castillo. Pero ninguna tiene la capacidad de la planta de Soracachi.
Sobre la semilla, dijo que “se la ha adaptado a climas cálidos. Pero haciendo análisis de laboratorio, se determinó que la mejor quinoa, la que tiene mejores nutrientes, es la del altiplano sur de Bolivia: la que nosotros usamos como materia prima”.
Este recurso es considerado un superalimento por sus grandes beneficios para la salud. Es rico en proteínas y en grasas insaturadas. También en minerales como el hierro, que resulta vital para prevenir la anemia. Por estas y otras razones, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla inglesa) de Estados Unidos eligió este grano para alimentar a sus astronautas en largos viajes espaciales.
El presidente Luis Arce anunció que hay 130 plantas en construcción en todo el país, gran parte de ellas dedicadas a la industrialización de alimentos.
“Para mí es una idea muy atinada avanzar en la industrialización de nuestros recursos para darle valor a las materias primas. Lo mejor es que podemos llegar a mercados internacionales, como también al nacional”, evaluó Castillo.
“Este producto es tan demandado en mercados externos, pero nosotros no podemos apreciarlo de la misma manera“, opinó el ingeniero industrial a cargo de la planta.
Y reflexionó: “En años pasados, todo salía de Bolivia sin procesarlo. Lo primordial para nuestro Gobierno es que las familias bolivianas puedan contar con este producto a un precio justo, especialmente las familias productoras”.
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