• España celebra un preacuerdo de paz entre RDC y Ruanda

Moscú, 27 abr (Sputnik).- El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, dio la bienvenida al compromiso, logrado el viernes por la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda, de respetar la soberanía recíproca y elaborar el borrador de un acuerdo de paz para el próximo 2 de mayo.
“El acuerdo alcanzado entre RDC y Ruanda es un paso importante para la paz y el respeto de la soberanía e integridad territorial. Todo mi reconocimiento a la mediación africana”, tuiteó Albares.
El ministro agregó que “España acompaña a África en sus esfuerzos por la paz, también en su estabilidad y en su desarrollo”.
El 25 de abril, la ministra de Asuntos Exteriores de la RDC, Thérèse Kayikwamba Wagner, y su homólogo ruandés, Olivier Nduhungirehe, firmaron en Washington, en presencia del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, una declaración de principios elaborada gracias a la mediación de la Unión Africana y otros líderes regionales.
Según la Casa Blanca, el documento esboza “una vía hacia la paz, la estabilidad y el desarrollo económico integrado en la región oriental de la RDC, vital para poner fin al conflicto y permitir que la región alcance su máximo potencial”.
Más temprano esta semana, la RDC y el grupo rebelde M23 reafirmaron su compromiso con la paz y expresaron la esperanza de poder llegar a un acuerdo del alto el fuego permanente.
El pasado 26 de enero, los rebeldes del M23 y militares de Ruanda invadieron suburbios de la ciudad congoleña de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte (noreste), y anunciaron el cierre del espacio aéreo sobre ella. Al día siguiente, los insurgentes anunciaron la toma de la urbe.
El 14 de febrero se comunicó que los rebeldes entraron en la ciudad de Bukavu, centro administrativo de la provincia oriental de Kivu del Sur.
El M23, que lucha por los intereses de la minoría étnica tutsi, se disolvió en noviembre de 2013 tras una grave derrota militar, sin embargo, en noviembre de 2021, los rebeldes retomaron las armas, acusando a las autoridades de la RDC de incumplir con los acuerdos que preveían la admisión de sus combatientes desarmados al Ejército del país.
En 2023, la RDC acusó a Ruanda de apoyar a los combatientes del M23 que operaban en el este del país, mientras que Kigali negó cualquier vínculo con el grupo armado.
Tras acusarse mutuamente de bombardear las zonas fronterizas, ambas partes acordaron reducir las tensiones y pactaron una hoja de ruta que incluyó el cese inmediato de las hostilidades, pero los combatientes del M23 se negaron a cumplir con este documento. (Sputnik)
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