Nueva Delhi, 7 may (Sputnik).- La India extremó las medidas de seguridad en las refinerías petroleras del oeste del país, en medio de una escalada de tensión bélica con el vecino Pakistán, informó este miércoles el diario Hindustan Times.
“La seguridad se ha reforzado en instalaciones que representan más del 38% de la capacidad total de refinación de la India, de 257 millones de toneladas anuales, ubicadas en los estados fronterizos de Gujarat, Punyab y Rajastán.
Un alto cargo que insistió en el anonimato dijo que “todos los protocolos de seguridad están activos, y tanto las agencias de seguridad como las gerencias de las refinerías están preparadas para frustrar cualquier intento de entidades hostiles.
Otro funcionario afirmó que “todos los medios de defensa aérea se han puesto al máximo nivel”.
El martes por la noche, el Ministerio de Defensa de la India anunció el lanzamiento de ataques aéreos contra nueve sitios terroristas en las zonas fronterizas de Pakistán, en represalia por el atentado del 22 de abril en Pahalgam. El ente enfatizó que no atacó ninguna instalación militar paquistaní.
Medios indios aseguraron, citando a fuentes propias, que el objetivo de la llamada Operación Sindoor fue la cúpula de las organizaciones terroristas Jaish-e-Mohammad (JeM) y Lashkar-e-Toiba (grupo prohibido en Rusia) por su rol en la financiación de atentados en la India.
Fuentes del gobierno indio citadas por el canal NDTV estiman que 70 terroristas fueron abatidos en estos ataques y más de 60 resultaron heridos.
Por su parte, el portavoz del Ejército pakistaní, Ahmed Sharif Chaudry, informó de al menos 26 muertos y 46 heridos como resultado de 24 ataques contra instalaciones civiles en seis sitios en Pakistán. Además, Chaudry acusó al Ejército indio de haber causado daños a la presa hidroeléctrica Neelum-Jhelum, en Cachemira.
Por el momento, la respuesta de Pakistán parece haberse limitado a disparos indiscriminados de artillería a través de la línea de control en Cachemira, que causaron la muerte de al menos tres civiles al otro lado de esa frontera no reconocida, según un comunicado del Ejército indio, así como al presunto derribo de cinco aviones de combate indios, dos de ellos Rafale, de fabricación francesa.
Fuentes del Gobierno indio citadas por la agencia Reuters hablan de tres aviones de combate de la Fuerza Aérea India que se estrellaron el miércoles en la parte india de Cachemira.
La crisis entre la India y Pakistán se agravó tras un ataque terrorista que dejó 26 muertos, en su mayoría turistas, en Pahalgam, en la región india de Jammu y Cachemira el pasado 22 de abril.
El atentado fue reivindicado por un grupo denominado Frente de Resistencia, vinculado a Lashkar-e-Toiba.
Tras el mortal ataque, la India suspendió con efecto inmediato el Tratado de las Aguas del Indo de 1960; cerró el paso fronterizo de Attari, en Punyab; canceló los visados a los ciudadanos paquistaníes; ordenó la expulsión de los asesores militares, navales y aéreos de la Alta Comisión de Pakistán en Nueva Delhi y retiró a sus homólogos desde la legación india en Islamabad; y dispuso reducir las plantillas de las respectivas embajadas de 55 a 30 personas para el 1 de mayo de 2025.
Pakistán, por su parte, suspendió todos los acuerdos bilaterales y el comercio con la India, cerró su espacio aéreo a las aerolíneas indias y advirtió que considerará como un “acto de guerra” cualquier intento de desviar o bloquear los caudales de los ríos.
Cachemira es objeto de una disputa histórica entre Nueva Delhi e Islamabad, que libraron cuatro guerras ‒tres de ellas, por este territorio‒ desde la partición de la India británica en 1947. (Sputnik)
fv/nv