Un equipo de arqueólogos iraníes ha descubierto una tumba bien conservada en el túmulo de Cheshmeh-Ali, un yacimiento de 7.000 años de antigüedad situado en la ciudad de Rey, al sur de Teherán.
Este hallazgo, que se cree que data de alrededor del año 4.300 a.C., ofrece una intrigante visión de uno de los primeros asentamientos de Irán y de su rica cultura prehistórica. Así lo informa
Tehran Times, colaborador de TV BRICS.
El equipo reveló que el enterramiento y los restos óseos se descubrieron dentro de una capa arquitectónica atribuida a la época de Sialk III. La datación del esqueleto coincide con la de la cerámica y los restos arquitectónicos hallados en las cercanías, lo que refuerza su conexión con la primera civilización de la región.
La continuación de las excavaciones en las próximas temporadas puede mejorar la comprensión del paisaje arquitectónico y las costumbres sociales que caracterizaban la vida en este antiguo asentamiento.
Esta excavación en Cheshmeh-Ali es notable porque constituye la primera investigación exhaustiva del yacimiento en casi 30 años.
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