Tel Aviv, 2 mar (Sputnik).- Este domingo se produjeron protestas frente a las casas de varios ministros del Gobierno israelí en las que los manifestantes piden que se mantenga el alto el fuego en la Franja de Gaza y el acuerdo de liberación de rehenes, cuya primera fase terminó ayer sábado.
“También es mi hijo” y “ya no es un abandono, es un asesinato”, decían algunos de los carteles que portaban los manifestantes que exigían al Gobierno israelí a continuar con el acuerdo firmado con el movimiento palestino Hamás de alto el fuego en la Franja de Gaza e intercambio de rehenes por presos palestinos.
Los que protestaban se reunieron frente a las residencias del ministro de Exteriores, Guideon Sa’ar, de la ministra de Ciencia y Tecnología, Gila Gamliel, de la ministra de Transporte y Seguridad Vial, Miri Reguev, del ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y del ministro del Interior, Moshe Arbel.
Israel y Hamás firmaron un acuerdo en tres fases el pasado 19 de enero. La primera fase, que constaba de 42 días, culminó ayer sábado. Por ella, las tropas israelíes deberían haberse retirado del Corredor de Filadelfia que separa la Franja de Gaza de Egipto y la segunda fase tendría que haber comenzado.
En la primera fase se negoció la liberación de 33 israelíes a cambio de más de 1.000 presos palestinos. Y se cumplió, aunque no sin altibajos y obstáculos.
En la segunda fase Hamás debería liberar a los más de cincuenta israelíes cautivos de los que, se estima, solo 24 están con vida, e Israel debería retirarse definitivamente de la Franja de Gaza y aceptar el alto el fuego permanente para pasar a la tercera fase que contempla la reconstrucción del enclave palestino y su gobierno.
Sin embargo, Israel muestra no desear pasar a la segunda fase y puso freno a la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza este domingo. (Sputnik)
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