Jóvenes artistas y blogueros extranjeros comparten sus impresiones sobre Rusia.

Jóvenes artistas y blogueros extranjeros comparten sus impresiones sobre Rusia.

Rusia se consolida como una de las grandes metrópolis culturales del mundo. Año tras año, miles de jóvenes de distintas nacionalidades llegan a este país euroasiático para formarse en disciplinas como el ballet, la interpretación teatral y la pintura. Al concluir sus estudios en universidades de arte, muchos optan por establecerse en Rusia y contribuir al desarrollo de su escena cultural.

Los jóvenes artistas extranjeros comparten sus impresiones sobre Rusia, su gente y sus logros profesionales no solo a través de cartas dirigidas a sus familias, sino también en blogs alojados en plataformas digitales tanto rusas como internacionales.

Al explicar por qué decidieron establecerse en el país, destacan la libertad creativa, las amplias oportunidades para el desarrollo personal, un público receptivo y la alta calidad de la formación académica. Esta es una recopilación de testimonios de varios talentos internacionales que han logrado destacar tanto en los escenarios como en el espacio digital.

Los padres inculcaron el amor a Rusia

Entre los blogueros extranjeros dedicados al ámbito cultural que residen en Rusia, destaca el italiano Lorenzo Bagnati. Su canal de YouTube, Super Italiano, acumula cerca de dos millones de suscriptores. Aunque es más conocido como creador de contenido que como pianista virtuoso, ofrece conciertos en distintas ciudades del país.

En los últimos años, Lorenzo ha concedido decenas, e incluso cientos, de entrevistas en diversos idiomas. En casi todas, se repite la misma pregunta: ¿qué lo motivó a mudarse a Rusia? Su respuesta apunta a una profunda afinidad espiritual con el país, inculcada por sus padres, también músicos y admiradores de los clásicos rusos. A los 17 años, cuando finalmente tuvo la oportunidad de viajar a Rusia, esa conexión cultural se hizo aún más fuerte.

Cuando llegó el momento de decidir dónde continuar su formación musical, Lorenzo Bagnati tenía claro que los mejores maestros eran rusos y que jóvenes músicos de todo el mundo buscaban aprender de ellos. Así, su destino quedó sellado: Rusia, el país con la mayor concentración de profesores de alto nivel.

Hace apenas unos años, Lorenzo no hablaba una palabra de ruso. Sin embargo, gracias a su dedicación, su amor por el país y su innata curiosidad, hoy no solo domina el idioma, sino que también lee poesía en el original. Además, graba videos en ruso fluido para su canal de YouTube.

En sus publicaciones, relata sus numerosos viajes por Rusia y el extranjero, analiza las peculiaridades de los idiomas ruso e italiano, comparte encuentros memorables y explora la gastronomía de ambos países. Recientemente, publicó un reportaje desde el pueblo de París, en la región de Cheliábinsk, al este de los Urales, donde descubrió una peculiar réplica de la Torre Eiffel.

Rusia a los ojos de una bailarina japonesa

El canal de YouTube de la japonesa Marina Shibayama, titulado Marishka, ha ganado popularidad tanto en Rusia como en Japón. Aunque su nombre pueda sonar exótico, en su país de origen es bastante común. Residente en Rusia desde hace 14 años, Marina comparte en sus videos historias sobre ciudades rusas y sus principales atractivos turísticos. Para facilitar la comprensión de su contenido, utiliza subtítulos en ambos idiomas.

Marina pasó su infancia y juventud en Osaka antes de trasladarse a Nueva York para cursar estudios universitarios. En 2010, comenzó a dedicarse al ballet y, poco después, se mudó a Rusia para perfeccionar su técnica en el nivel más alto. Ingresó en la Facultad de Artes de la Universidad Estatal de Moscú (MSU), donde completó con éxito su formación académica. Aunque en un principio planeaba regresar a Japón tras graduarse, la vida en Moscú la cautivó y decidió quedarse.

La compañía de ballet a la que pertenece Marina Shibayama no se encuentra entre las más reconocidas de Rusia. Sin embargo, esto no le ha impedido protagonizar obras icónicas como El Cascanueces y El lago de los cisnes. Además, ha recorrido casi todo el país en giras junto a su compañía.

Hace cuatro años, Marina Shibayama decidió abrir su propio canal de YouTube. En un principio, sus videos estaban dirigidos exclusivamente al público japonés y se centraban en sus lugares favoritos de Moscú y en su vida en Rusia. Sin embargo, a medida que el número de suscriptores crecía, también lo hacía la variedad de temas abordados. Marina pronto descubrió que los japoneses estaban especialmente interesados en la vida cotidiana de los rusos, en particular en las provincias, mientras que a los rusos les fascinaba observar su propio país desde la perspectiva de una extranjera.

Cuando visita una nueva ciudad rusa, Marina guía a sus seguidores por los principales puntos de interés. En los últimos años, ha ampliado su contenido para incluir recorridos no solo por los centros urbanos, sino también por iglesias, museos, tiendas, mercados y medios de transporte. Además, conversa con la población local, ofreciendo un retrato más íntimo de la vida en Rusia.

Según los comentarios de los usuarios, los japoneses suelen quedar impresionados por la limpieza de las calles, la variedad de productos en las tiendas y los precios asequibles. Con videos que acumulan entre 50.000 y 500.000 visualizaciones, Marina ha conquistado a su audiencia con su sonrisa y su sinceridad. Incluso algo tan sencillo como un viaje en tren de alta velocidad entre Moscú y San Petersburgo puede transformarse, en sus manos, en un reportaje cautivador que se ve de un tirón.

En sus videos, Marina Shibayama no oculta su amor por Rusia. Confiesa que su pasión por el ballet la hizo sentir que pertenecía a este país, donde ahora se siente plenamente adaptada. Ha superado el frío, ha encontrado amigos leales y disfruta de la cálida acogida que recibe por parte de los rusos.

Recientemente, Marina ha comenzado a responder preguntas de sus seguidores, tanto rusos como japoneses, en una serie de videos interactivos. En uno de ellos aborda un tema sensible:

“Me preguntáis si nosotros, los japoneses, sabemos quién lanzó las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki”, dice Marina. “Sí, todos los japoneses sabemos que fue Estados Unidos. Sin embargo, debido a las tensiones entre Rusia y Japón, algunos creen erróneamente que culpamos a Rusia por ese ataque. No, por supuesto que no. En los libros de historia japoneses se enseña claramente que las bombas fueron lanzadas por Estados Unidos, y esto se explica en escuelas y universidades.  Surge entonces otra pregunta: ¿por qué Japón es amigo de EE. UU. y no de Rusia? No lo sé. Es evidente que Japón está bajo la influencia estadounidense y, por ello, no puede estrechar lazos con Rusia. Para mí, eso es lamentable. Pero Japón y los japoneses no son lo mismo”.

Uno de los videos más recientes de Marina Shibayama, publicado en el verano de 2024, superó el medio millón de visualizaciones. En él, la bailarina documenta su visita al Parque de la Victoria de Moscú, donde se exhibían vehículos militares extranjeros capturados y destruidos por las fuerzas rusas. Mientras grababa, expresó su sorpresa por la cantidad de países implicados en el conflicto contra Rusia. Otro de sus videos destacados muestra un recorrido por Moscú durante las celebraciones del Día de la Victoria. La combinación de imágenes impactantes y reflexiones personales volvió a captar la atención de su creciente audiencia.

Granjero estadounidense en el escenario de Moscú

Para muchos rusos, el actor Daniel Barnes es conocido simplemente como “el yanqui”. Lejos de molestarse por el apodo, él mismo se presenta en redes sociales como “Dani, el yanqui”. A través de su canal, comparte reflexiones sobre la vida en Estados Unidos y Rusia, aborda las dificultades de los idiomas ruso e inglés, compara las mentalidades de ambos países y explora las tradiciones culinarias de sus pueblos. Además, analiza aspectos poco conocidos del cine estadounidense, aunque en la gran pantalla solo actúa en producciones rusas.

Nacido en Indiana en el seno de una familia de granjeros, Daniel decidió alejarse del legado familiar para dedicarse al arte. Su vida dio un giro inesperado tras conocer a la profesora rusa Elena Kúritsyna en la Universidad Butler de Indianápolis, donde ella impartía clases. Fue ella quien lo inspiró con relatos sobre la vibrante vida teatral de Rusia y le propuso realizar unas prácticas en Moscú.

Daniel Barnes llegó a Rusia en 2013, ingresó en el Instituto Ruso de Arte Teatral (GITIS) y, tras graduarse, comenzó a trabajar como actor en el Teatro de María Ermólova. El estadounidense no duda en calificar el teatro ruso como la forma de arte más sublime y el mejor del mundo. En los últimos siete años, ha interpretado varios papeles destacados en los escenarios de Moscú y ha participado en más de 30 películas.

Aunque suele ser convocado para interpretar papeles de extranjeros, su dominio del idioma ruso es tan fluido que podría perfectamente encarnar personajes rusos. Los videos de sus viajes por Rusia, que comparte en sus redes sociales y plataformas de video, dan testimonio de su adaptación. En las regiones más alejadas del país, a menudo lo confunden con un moscovita, y su ligero acento es percibido como característico de la capital.

Daniel Barnes considera el Teatro de María Ermólova su hogar y sueña con interpretar a Tréplev en La gaviota, al gato Beguemot en El maestro y Margarita y a Pierre Bezújov en Guerra y Paz. Cuando se le pregunta cuál ha sido el período más difícil de su vida en Rusia, el actor rememora los tres meses de pandemia en los que se vio “atrapado” en Estados Unidos, sin poder regresar a Moscú. A pesar de esa experiencia, Daniel asegura que no tiene intención de abandonar Rusia.

El alma rusa del director de orquesta italiano

Fabio Pirola, director de orquesta nacido en una familia aristocrática italiana, llegó a San Petersburgo hace 16 años y se enamoró de la ciudad. Decidió quedarse a vivir y forjar su carrera en ella. Todo lo que había planeado salió según lo previsto: Fabio se convirtió en un director muy reconocido, liderando la famosa Concord Orchestra, se casó con una cantante de ópera rusa y tiene hijos, habiendo recorrido toda Rusia con sus conciertos.

“Fui a Rusia por primera vez en el año 2000 con mis padres como turista y pasé aquí una semana”, contó Fabio al creador del canal de YouTube El norteamericano más ruso. “Seis años después, vine a San Petersburgo para un taller de directores de orquesta, y fue entonces cuando comencé a soñar con ser director. Rusia me ofrecía esa oportunidad. La escuela de dirección de San Petersburgo es mundialmente conocida”.

Fabio confiesa que, antes de su viaje a Rusia, sentía miedo, alimentado por los mitos y rumores que circulaban sobre el país. Según el director, en Europa se sabía muy poco sobre Rusia, y se contaban muchas fábulas. Sin embargo, la realidad le desmintió en sus primeros días en el país.

Tras el taller, tuvo la suerte de estudiar en el Conservatorio y de ganarse al público ruso.

“La formación musical rusa es reconocida en todo el mundo”, afirma Fabio. “Los títulos rusos son aceptados en Estados Unidos y Europa, y los graduados de las universidades rusas son considerados especialistas de alto nivel. La particularidad de la escena musical rusa es que ofrece oportunidades para la práctica continua. Creo que no existe otro lugar en el mundo con tantos conciertos y eventos musicales como en San Petersburgo. Esto proporciona una experiencia invaluable, difícil de conseguir incluso en ciudades como Berlín, Londres o Nueva York.

Pasados algunos años, Fabio Pirola logró obtener la nacionalidad rusa. Aunque admite que el proceso fue bastante difícil, resalta que, en términos de servicios públicos, Rusia ha superado a Italia en la última década.

“Es tan fácil constituir una empresa individual, poner en marcha tu propio negocio aquí”, afirma Fabio. “Es mucho más sencillo que en Italia, y los impuestos en Rusia son más bajos. Muchos de mis amigos italianos se interesan por Rusia; algunos planean mudarse aquí”, declara el director. “A otros les gustaría viajar por Rusia”.

Con el tiempo, Fabio Pirola ha dejado atrás la gastronomía italiana, adoptando platos tradicionales rusos como el borsch y la okroshka (una sopa fría hecha con una mezcla de verduras crudas como pepinos, cebollas y rábanos, patatas cocidas, huevo y salchicha) acompañada de kvas, una bebida tradicional eslava a base de harina y malta. También disfruta de bocadillos con manteca de cerdo y mostaza, además de carne granulada de vaca.

¿Qué me atrae de Rusia?” —se pregunta el italiano, quien ahora posee pasaporte ruso—. “La libertad, por muy extraño que pueda parecerle a algunos extranjeros. Aquí tengo plena libertad, tanto en la vida cotidiana como en la vida profesional.”


Asesoría y Corrección: Bricslat (Argentina)

Fuentes:

  1. https://m.youtube.com/@Lorenzo.bagnati
  2. https://t.me/Lorenzobagnati
  3. https://m.youtube.com/@MarishkaChannel
  4. https://t.me/marishkachannel
  5. https://m.youtube.com/watch?v=6h1abDXvBJ4&pp=ygUd0LDQvNC10YDQuNC60LDRiNC60LAg0LTRjdC90Lg%3D
  6. https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=CLvknXaOFLM
  7. https://m.youtube.com/watch?v=zBHCjf0CzT8&t=1216s&pp=ygUx0YTQsNCx0LjQviDQv9C40YDQvtC70LAg0YHQsNC80YvQuSDRgNGD0YHRgdC60LjQuQ%3D%3D