Los clubes sociales y culturales de inmigrantes han tenido un papel destacado en la historia de Argentina. Es en ellos donde se establecían vínculos entre compatriotas a la vez que mantenían un lazo con la patria que dejaban atrás. El Club Máximo Gorki (en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires), es un gran ejemplo de ello, su germen viene de los inmigrantes polacos, letones, lituanos, ucranianos, bielorrusos y rusos que comenzaron a llegar después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa. La historia del club también ha estado marcada por los cambios ideológicos y políticos de Argentina. Hoy en día continúan con sus actividades, como centro en el que se encuentran diversas culturas e identidades.
Los clubes en Latinoamérica, en especial en Argentina, tienen una historia e importancia trascendentales. A través de ellos es donde se desarrollan los vínculos sociales, se aprende, se practican deporte, artes o comidas familiares. Desde comienzos del siglo XX surgen en gran cantidad.
Los inmigrantes fueron grandes impulsores de los clubes, los cuáles se convertían en el lugar de encuentro de personas que compartían cultura y necesitaban de los vínculos sociales para desarrollarse en el “Nuevo Mundo” y seguir teniendo algún lazo con la Patria que habían dejado atrás.
Bajo la denominación de Club Cultural Deportivo “Máximo Gorki” se fundó el día 28 de octubre de 1951, un club Cultural y Deportivo entre los inmigrantes de Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Lituania y otras nacionalidades que componían la ex URSS, residentes en la República Argentina. Su sede social se encuentra en la calle Alfredo L. Palacios 3046 de Valentín Alsina, Provincia de Buenos Aires.
La primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre dieron comienzo a los movimientos emigratorios polaco, lituano, letón y también de ucraniano y bielorruso cuyo territorio occidental estaba ocupado en ese entonces por Polonia.
Y así, en diferentes épocas y con diferentes motivaciones, estos migrantes recalaron en esta tierra hospitalaria en procura de trabajo y bienestar no solo para ellos sino también para sus familias. Trajeron consigo sus herramientas de trabajo, sus costumbres, su sabiduría, su sangre, sus luchas y sus sueños, sus realizaciones y sus fracasos.
Este club es la continuación de dos sociedades culturales bielorrusas. La primera, “Bieloviesh” la cual funcionaba en una habitación que se alquilaba. Años más tarde se compró un predio, donde se encuentra la sede actual. Ahí es donde funcionaba la Asociación Cultural Bielorrusa Yakub Kolas. Esta asociación se fundó el 23 de octubre de 1938 contando con 654 asociados.
Su primer proyecto fue la construcción de una pista para baile, un escenario y una casa donde funcionaría la Secretaría, la Biblioteca y un buffet. Y fue así que el 26 de enero de 1946 se organizó una fiesta para la inauguración de la nueva “Casa Bielorrusa”, evento al que concurrieron alrededor de 2000 personas para compartir ese acontecimiento.
Se desarrollaban diferentes actividades como cursos de rusos, danzas tradicionales eslavas, teatro, cursos de corte y confección. También contaban con una Biblioteca con libros de diversos temas en idiomas español, ruso, bielorruso, ucraniano, y un kiosko donde vendían obras literarias. Formaron una Comisión de Damas que se componía de más de cincuenta personas que se ocupaba de los huérfanos de la Gran Guerra Patria.
Entre los años 1944 y 1949, en medio de los vaivenes políticos y las disputas ideológicas, esta Asociación fue clausurada.
Es así que llega el año 1951 y en el mismo lugar comienza a funcionar el Club Cultural Deportivo “Máximo Gorki”.
El renombrado club vuelve a funcionar con gran actividad. Reaunudan los cursos de ruso y los de corte y confección. Tienen un coro, conjunto de cuerdas, conjunto de baile con danzas rusas, ucranianas, bielorrusas, y lituanas. Cuentan con grupo de teatro, biblioteca y club de ajedrez. Incluso un equipo de básquet muy reconocido.
Llegan los años 1956/1957 y una importante cantidad de los socios decide regresar a su tierra, para así contribuir a reconstruir lo devastado por la Segunda Guerra Mundial. Y así este club al igual que otras instituciones hermanas, se ve afectado numérica y económicamente.
Nuevamente entre los años 1959 a 1964, este club junto con otros clubes hermanos, fue cerrado nuevamente por motivos ideológicos. Cuando reabre sus puertas continúa su trabajo y reinicia sus actividades, convocando a sus socios, cada vez más integrado a la sociedad argentina.
A lo largo de los años se continuaron las reuniones, los almuerzos conmemorativos tanto de fiestas de la “Madre Patria” como de las fiestas argentinas, en la que se lucen los artistas de la institución como de los clubes hermanos ofreciendo su música, su canto, sus danzas. Siempre son invitados artistas folklóricos argentinos e intérpretes de tango. Dándose así una mezcla de culturas invaluable.
En la actualidad, después de la pandemia, están recomenzando con mucho esfuerzo sus actividades. Debido a la natural integración a lo largo de las décadas de los descendientes de esos primeros fundadores a la sociedad argentina, el club se convirtió en un centro cultural que ya no desempeña esa función de cobijo a esos inmigrantes que llegaron sin siquiera conocer el idioma.
Pero siguen manteniendo sus tradiciones dando clases de idioma ruso, ya no a los hijos de aquellos que querían volver a la patria, sino a todos aquellos que quieran aprenderlo. Se siguen dando clases de ajedrez, un deporte que practican mucho sus compatriotas. Hace unos años se formó un elenco teatral en el que participan integrantes de la comunidad argentina y que presenta, en castellano, tanto obras de autores rusos, como de argentinos y de otras nacionalidades.
El Club “Máximo Gorki” es socio de la Federación de Instituciones Culturales de Inmigrantes Bielorrusos, Rusos y Ucranianos de la República Argentina (FICIBRU).
Forman parte del Consejo Coordinador de Compatriotas de Rusia en Argentina y del Consejo Coordinador de Jóvenes Compatriotas Rusos en Argentina.
*Agradecimiento a Galina Wolos y a Teresa Burym, socias del club Máximo Gorki, quiénes han hecho posible esta nota.
/ Imagen principal: Curso de Ruso en el Club Máximo Gorki, 1966 / Foto: cortesía Club Máximo Gorki