El país sudamericano decide quién lo gobernará entre 2025-2031.El padrón electoral consta de 21.620.705 personas.
Luego de una campaña intensa pero pacífica, y muy lejos de la violencia vivida en años anteriores, este domingo Venezuela elegirá presidente. Si bien hay diez candidatos inscriptos, sólo dos tienen chances reales de ganar: el actual mandatario Nicolás Maduro, que representa al chavismo, y el diplomático Edmundo González Urrutia, ungido por una coalición de partidos de derecha.
Esta será la sexta elección presidencial desde que Hugo Chávez asumió el poder, en 1999, y la tercera del chavismo con Maduro de candidato. La gran novedad respecto a los últimos comicios de 2018 -en las que el oficialismo triunfó con más de 40 puntos de diferencia- es que la oposición mayoritaria logró nuclearse en torno a un único nombre. El pronóstico está completamente abierto: ambos se muestran confiados en la victoria y exhiben encuestas que los vaticinan ganadores, incluso por márgenes de más de 30 puntos. La sensación reinante es que cualquier cosa puede pasar.
La campaña se inició oficialmente el 4 de julio, aunque el clima electoral ya se palpitaba desde hacía varios meses. Maduro, que va por el Gran Polo Patriótico (GPP), la vivió de una manera frenética: llegó a hacer hasta cuatro actos en un mismo día, en diferentes ciudades. La dinámica que adoptó para sus presentaciones combinó prédica política, música y coreografías casi en partes iguales. De hecho, luego de terminar sus discursos, el presidente se quedó en varias ocasiones bailando con sus seguidores.
González Urrutia, por su parte, también recorrió el país con actos multitudinarios, aunque siempre opacado por la figura de María Corina Machado. La ex diputada es considerada la principal referente antichavista de Venezuela, pero está inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para ejercer cargos públicos por 15 años debido a irregularidades en su declaración jurada de bienes. Por eso, el 20 de abril eligió al diplomático, un completo desconocido en la escena política hasta ese entonces, como su “representante” en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
A lo largo de la campaña, Machado buscó presentar a González Urrutia como un hombre fuerte y decidido, capaz de derrotar a “la dictadura chavista”. Sin embargo, nunca le cedió la centralidad de la escena (y hasta lo invisibilizó en sus propias redes sociales). El hombre de 74 años se ausentó de algunos actos importantes por “estar engripado”. Ese papel secundario llevó a que Maduro lo tildara de “títere y monigote” en varias ocasiones. El actual presidente, de hecho, se identificó en sus discursos con un “gallo pinto” (los gallos vencedores en las riñas) mientras que, para su rival, utilizó el mote de “pataruco”: así se les dice en Venezuela a las aves débiles y cobardes.
Habrá unos 630 observadores y veedores internacionales supervisando la jornada, entre ellos cuatro expertos de la ONU.
@P12
/Imagen principal: foto redes