• Panamá y Paraguay condenan a Hamás por usar el sufrimiento de rehenes para propaganda

Moscú, 3 ago (Sputnik).- Panamá y Paraguay condenaron al movimiento palestino Hamás por difundir un video en que el ciudadano israelí Evyatar David, uno de los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, aparece muy demacrado y pide un alto el fuego desde un túnel que, según él, podría convertirse en su tumba.
“El Gobierno de la República de Panamá condena enérgicamente el uso de la tortura y la difusión de videos con personas secuestradas por parte del grupo Hamas, actos que constituyen graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario y a los derechos humanos”, declaró el sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La Cancillería panameña exigió “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” y reiteró que “la instrumentalización del sufrimiento humano con fines de propaganda o presión política es inaceptable”.
En el mismo sentido se expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay.
“El Gobierno de Paraguay repudia enérgicamente las perturbadoras imágenes de rehenes israelíes, emitidas por el grupo terrorista Hamas. Condena el uso propagandístico de los prisioneros y exige la inmediata liberación de los mismos”, manifestó.
La guerra en el enclave estalló después de que miles de palestinos liderados por el movimiento palestino Hamás atacaran el 7 de octubre de 2023 el sur de Israel matando a 1.218 personas, la mayoría civiles, y tomaran 251 rehenes.
Del 19 de enero al 1 de marzo en la Franja de Gaza rigió un alto el fuego en el marco del acuerdo entre las partes sobre la liberación de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos.
Durante seis semanas los grupos palestinos liberaron a 30 rehenes vivos y entregaron los cuerpos de ocho fallecidos. A su vez, Israel puso en libertad a unos 1.700 presos palestinos y retiró tropas desde el interior de la Franja de Gaza.
Al expirar oficialmente la tregua, las hostilidades seguían sin reanudarse por los intentos de los mediadores de involucrar a las partes en unas negociaciones continuas sobre un acuerdo en Gaza.
Sin embargo, Israel dejó de suministrar electricidad a la planta desalinizadora en Gaza y cerró el acceso a la entrada de camiones de ayuda humanitaria al enclave.
En los últimos dos meses Netanyahu permitió la entrada de ayuda humanitaria, debido a la presión internacional y la adjudicó a la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) el reparto, en contra de la opinión de todas las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno en Gaza, que la consideran una empresa no profesional humanitaria y que sirve motivos políticos israelíes.
Israel reanudó la ofensiva bélica, rompiendo el alto el fuego, a mediados de marzo aduciendo la inflexibilidad de Hamás.
La cifra de gazatíes muertos en la guerra asciende a 60.430 y el número de heridos supera los 148.700. (Sputnik)
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