Representante especial del presidente de Rusia, Mijaíl Shvydkói, afirmó que el arte crea un ambiente de confianza para discutir asuntos internacionales

Representante especial del presidente de Rusia, Mijaíl Shvydkói, afirmó que el arte crea un ambiente de confianza para discutir asuntos internacionales


Mijaíl Shvydkói, representante Especial del Presidente de la Federación Rusa para la Cooperación Cultural Internacional, se graduó en el Instituto Estatal de Arte Teatral (GITIS, por sus siglas en ruso) con especialización en Estudios Teatrales y posee un doctorado en Ciencias del Arte. Desde 2023, ostenta el rango de embajador Extraordinario y Plenipotenciario. Durante muchos años trabajó en los medios de comunicación. De 2000 a 2004, ocupó el cargo de Ministro de Cultura de la Federación Rusa. Es embajador de Buena Voluntad de la Organización de Cooperación de Shanghái.


En el Foro de las Culturas Unidas de San Petersburgo participaron países de los BRICS, África, el Sudeste Asiático y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Con algunos de ellos se firmaron acuerdos de cooperación. ¿Qué papel juegan estos acuerdos?


Documentos como los acuerdos interministeriales e intergubernamentales en los campos de la ciencia, la cultura y la educación son importantes desde el punto de vista de la planificación de los presupuestos estatales en estas áreas. Cuando hablamos de desarrollar vínculos con países de América Latina, África o el Sudeste Asiático, nos referimos a gastos de transporte significativos. Llevar al Teatro Bolshói a Vietnam es una historia completamente distinta a hacerlo, por ejemplo, a Astaná o Bakú. Naturalmente, sin el apoyo del Estado, es imposible organizar tales eventos. Por eso, estos documentos son esenciales para el desarrollo del programa de cooperación cultural. Actualmente, estamos en negociaciones con Vietnam para organizar un año cruzado de ciencia y educación, cuya organización requerirá la movilización de grandes fondos.


La compañía de ballet del Teatro Bolshói se presentó en Tailandia. ¿Qué tan importante fue este paso para el desarrollo de las relaciones bilaterales?


El Festival Internacional de Música y Danza de Bangkok es un evento reconocido con una larga trayectoria. A las presentaciones del Teatro Bolshói asistió la familia real, lo cual representa un gesto diplomático significativo que define la naturaleza de las relaciones entre nuestros países. Es un indicador del alto nivel de los vínculos culturales. Durante muchos años, el festival de Bangkok ha recibido a artistas de teatros tanto de la capital como de las regiones de Rusia. Nuestros contactos en el ámbito artístico son amplios. La cultura crea un ambiente de confianza para discutir temas económicos, políticos y de otra índole. En este sentido, los intercambios humanitarios generan un efecto multiplicador muy significativo.


¿Qué tan ampliamente está representada hoy la cultura rusa en el extranjero?


Hoy en día, el principal enfoque de los intercambios museísticos o bibliotecarios es hacia Oriente. En particular, China tiene una infraestructura de museos y de teatro-concierto muy bien desarrollada. Durante los últimos 20-25 años, han invertido activamente en el desarrollo cultural. Creo que también en la India podemos esperar avances en este ámbito. Por su parte, América Latina representa un mercado específico para los eventos culturales. Las Temporadas Rusas tienen un gran éxito en Brasil, donde existen numerosos teatros de nivel mundial, especialmente en São Paulo, Río de Janeiro y la capital. A su vez, en el Festival Chéjov de 2024 participó uno de los teatros brasileños, que presentó “Las tres hermanas”. Rusia tiene mucho que ofrecer en el ámbito artístico. Los principales elementos de nuestra exportación cultural son el ballet, las orquestas sinfónicas y el arte folclórico.


¿Qué aportan, en su opinión, los países BRICS a la cultura rusa hoy en día, y qué les ofrecemos a cambio?


Hemos ofrecido al mundo nuestra cultura clásica. Nos solicitan abrir escuelas de ballet, y nuestros socios extranjeros están interesados en que nuestros pedagogos trabajen con niños en el ámbito del ballet clásico. En Brasil, por ejemplo, funciona una escuela del Teatro Bolshói. Violinistas, pianistas y violonchelistas de muchos países del mundo han sido formados por maestros rusos. Esta es una importante faceta de la exportación de la cultura rusa. También hemos influido en la escuela china de artes plásticas. Además, hoy en día los teatros rusos comienzan a colaborar con directores y coreógrafos chinos. La próxima temporada en el Teatro Estatal de las Naciones en Rusia será la “temporada china”, en la cual se planea presentar varias obras de directores de China. Rusia tiene una larga tradición de contactos con el arte chino. En 1935, el genio de la Ópera de Pekín, Mei Lanfang, visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y se reunió con Stanislavski y Meierhold. La influencia de las tradiciones orientales en el teatro ruso es considerable.



También se puede recordar el viaje de Eisenstein a México. Su película sobre la revolución en ese país contribuyó al desarrollo del arte soviético. De esta manera, tenemos una tradición de relaciones con el arte latinoamericano. La Revolución Cubana, a su vez, tuvo un impacto significativo en la historia del arte soviético. También cabe destacar la presencia cultural de Rusia en África. Hoy en día, al visitar Johannesburgo o Pretoria, es posible encontrar personas para quienes los nombres de Chéjov, Meyerhold y Gorki no son sonidos desconocidos, sino parte de su formación teatral.


¿Podemos hablar hoy en día de una globalización cultural?


Es una ilusión pensar que es posible evitar la globalización. Su desarrollo es impulsado por los avances tecnológicos, la comunicación y la economía. Sin embargo, es evidente que todos los países buscan preservar su código civilizatorio. Por ello, el conservadurismo en la cultura tiene hoy un cierto valor. No obstante, el conservadurismo no se opone al progreso. Es importante comprender qué significa la tradición para cada país en particular. En Sudáfrica, por ejemplo, existen más de diez idiomas oficiales y culturas nacionales. En los países de América Latina se están haciendo esfuerzos para preservar el legado de los pueblos indígenas. La conjugación de la globalización con las tradiciones es siempre un equilibrio muy delicado.


¿Qué planes tiene Rusia en el ámbito de la cooperación internacional en museología?


Las visitas de personas de todo el mundo, así como las actividades de exhibición, aportan una dinámica adicional a la vida de los museos. Cada nueva exposición es una oportunidad para observar la colección, la historia y a nosotros mismos desde una nueva perspectiva. También implica un trabajo científico muy riguroso. Los planes son bastante amplios. Esto incluye el Oriente Medio, y en primer lugar, Arabia Saudita, donde existe un gran interés por la cultura rusa. Actualmente colaboramos de manera activa con los Emiratos Árabes Unidos y Omán. Además, China muestra interés en todas las expresiones del arte ruso, desde el arte clásico hasta el realismo socialista. Se están llevando a cabo programas de intercambio entre los museos del Kremlin de Moscú y la Ciudad Prohibida en Pekín, así como entre el Museo Ruso y galerías de arte de China.


La cuestión del personal sigue siendo fundamental en la preservación de la historia cultural. ¿Qué programas de prácticas internacionales están previstos y cómo avanza este trabajo?


La mayoría de los países de la CEI y del Sur Global con los que colaboramos están interesados en participar en prácticas artísticas en Rusia. Hay un notable flujo de estudiantes extranjeros, incluidos de África y América Latina, hacia los conservatorios de Moscú y San Petersburgo. Las escuelas y academias de coreografía son igualmente demandadas. Para nuestros estudiantes, los intercambios con países como India y China son igualmente importantes, ya que ofrecen la oportunidad de acercarse a una cultura rica y extraordinariamente diversa. El cine también posee un gran potencial de cooperación. En India, por ejemplo, se producen alrededor de 2.500 películas al año, y tanto allí como en China se desarrolla un cine altamente tecnológico. Además, en estos países se celebran numerosos festivales que resultan interesantes para nuestros creadores, ya que les permiten acceder a los mercados locales.


¿Con cuáles socios internacionales podría establecerse una cooperación más prometedora en áreas como la organización de exposiciones y giras?


Encabezo la comisión intergubernamental de cultura, ciencia, educación, deportes y asuntos juveniles con México. Considero que este es uno de los países con los que debemos trabajar de manera muy activa. Hablando de América Latina, además de México, estamos desarrollando relaciones con Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba. También es necesario mejorar los mecanismos para promover la cultura rusa y fomentar intercambios con otros países. Esta labor recae en el Estado, ya que requiere ciertos recursos. Hay sectores donde es crucial desarrollar enfoques empresariales sólidos, como el cine, la industria editorial, las industrias creativas y otros.


Durante el año de presidencia de Rusia en los BRICS, se están celebrando numerosos eventos culturales de escala internacional en todo el país. ¿Continuará esta tendencia?


En estos periodos se establecen conexiones horizontales. Estos contactos nunca pasan sin dejar huella. Lo más importante es que brindan la oportunidad de fortalecer estas relaciones en el futuro. Estoy seguro de que las relaciones en el ámbito cultural se desarrollarán exponencialmente. Así, la presidencia de Rusia en los BRICS, sin duda, ha dado sus frutos.

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