Ana Delicado Palacios
Buenos Aires, 25 oct (Sputnik).- El Gobierno argentino no envió a ningún representante a la XVI cumbre de los BRICS que acogió la ciudad rusa de Kazán esta semana. La nación sudamericana no es integrante de la asociación comercial fundada en su origen por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, “ni es la intención serlo”, puntualizó a la Agencia Sputnik el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Lo corroboró el presidente argentino, Javier Milei, en el debate general de la 79ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a finales de septiembre. “A partir de este día, sepan que la República Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó”, advirtió.
El desaire a la equidistancia que caracterizó la política exterior argentina desde finales del siglo XIX comenzó con la alineación irrestricta de Milei a Estados Unidos y a Israel ya antes de asumir su mandato, el 10 de diciembre.
Con este nuevo ordenamiento ideológico, el flamante presidente rehusó a que Argentina ingresara a los BRICS a partir del 1 de enero, como estaba previsto, junto con Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
El exembajador argentino Diego Guelar, que representó a Argentina en China entre 2015 y 2019, durante la gestión del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), considera justificada la posición del Gobierno.
“Nosotros nos oponemos frontalmente a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y además Irán es nuestro único enemigo en el mundo, pues nos pusieron dos bombas en 1992 y 1994”, sostuvo en diálogo con la Agencia Sputnik al asumir la responsabilidad del país persa en los dos atentados que sufrió la nación sudamericana en su historia reciente.
Para Guelar, Argentina seguirá teniendo “muy buenas relaciones bilaterales con la mayoría de los miembros del grupo”, y consideró que la exclusión del país del Grupo BRICS no la afecta, “porque no hay un mercado común y porque las relaciones bilaterales funcionan bien”.
El abogado y político, que también fue embajador en Estados Unidos, en Brasil y en la Unión Europea durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), reconoce no obstante “una visión ideologizada de las relaciones exteriores” por parte del Gobierno que él lee como “equivocada, pues la geopolítica se guía más por intereses que por ideologías”.
Consultado sobre el daño que se inflige Argentina al renunciar a una asociación comercial que reúne al 45 por ciento de la población mundial, el exdiplomático estimó que no existe en el corto plazo, pero indicó que con el tiempo, “el daño será global si los BRICS se convierten en un instrumento al servicio de la confrontación central del siglo XXI: Estados Unidos y China”.
“Los Brics nacieron al principio del siglo como un instrumento de cooperación y diálogo entre los países emergentes más importantes y los países centrales. Eso se fue modificando en los últimos 20 años, y cada vez se agrava más esa tendencia”, evaluó.
ESENCIA ORIGINAL
Quien fue también embajador en Estados Unidos durante la gestión del expresidente Eduardo Duhalde (2002-2003) calificó como “interesante y útil” la conformación original de los BRICS “como elemento dinamizador del debate geopolítico entre el primer mundo, el más desarrollado, y el segundo mundo o mundo en desarrollo”
Pero a raíz de la confrontación entre Estados Unidos y China que expoleó durante su presidencia Donald Trump (2017-2021), y debido también al conflicto en Ucrania, “el perfil del grupo fue modificado, a mi juicio, en forma negativa, pues se perdió el rumbo de la globalización y se volvió a una faz regresiva del nacionalismo tradicional, con ribetes xenófobos y proteccionistas”, comentó.
Según Guelar, los BRICS no son un bloque comercial porque no tiene ningún acuerdo de libre comercio.
“Sí es, cada día más, un bloque geopolítico con hegemonía china y una Rusia mas subordinada a su socio principal, y Argentina no tiene nada a ganar entrando en ese juego, pero sobre todo por problemas nuestros”, manifestó.
Tras definirse como un “demócrata” y mostrar su convicción por la pluralidad de pensamiento, el exembajador reconoció su deleite con el acrónimo BRICS “que tenía mucho de multilateral, por ser una gran representación del mundo emergente” y cuya idea atribuyó al banquero estadounidense Jim O´Neill, “que inventó un informe en 2001 que llamó BRIC”.
“Se había terminado la guerra entre la URSS y EEUU, y los BRICS eran un instrumento de diálogo que era muy rico, en la medida en que tenía una representación simbólica de cada país por continente; era un complemento de un mundo que entraba en una nueva fase de cooperación sin Guerra Fría de por miedo”, argumentó.
Ese espíritu de síntesis, de amplitud y de diálogo que albergaba el bloque se vulneró con la irrupción del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) “para dolor de los chinos, que lloraban por esa definición de que eran enemigos”, acotó el exembajador.
En esa coyuntura que Guelar definió como “paz caliente”, Rusia pasó a un segundo plano ante el avance de la potencia dominante: China.
Contrariado por la posición que exhibe Milei contra el multilateralismo, Guelar abogó por estrechar lazos con Brasil, que debe ser “el gran objetivo geopolítico de Argentina”, y deseó que su país pueda normalizar también el vínculo con Rusia, dada la “relación histórica” que lo une a la nación sudamericana.
“Estamos en una situación medio desgraciada en el mundo, con un presidente anti-Brics (…), siento que nuestra prioridad debe ser salir de las pequeñas cosas que debemos enfrentar en el mercado interno, y cerrar filas con Brasil”, concluyó.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que Moscú está interesado en desarrollar las relaciones con los países que respetan su independencia al término de la cumbre de los BRICS que concluyó este jueves.
El grupo, constituido en 2006, reúne alrededor del 40 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y se ha erigido como el principal bloque geopolítico del sur global en contraposición al G7, que identifica a las siete economías más desarrolladas del planeta. (Sputnik)
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