Ramiro Barreiro
Montevideo, 28 oct (Sputnik).- Fue necesario esperar casi hasta la medianoche del domingo para conseguir la foto que agrupó a todos los candidatos presidenciales de los partidos políticos uruguayos que conforman la coalición de Gobierno.
Invitados por el postulante del Partido Nacional (centroderecha), Álvaro Delgado, el más votado de los presidenciables oficialistas, los binomios del Partido Colorado, el Partido Independiente, Cabildo Abierto y el Partido Constitucionalista subieron al estrado armado de cara a la Plaza Varela de la ciudad de Montevideo y dejaron atrás sus lemas de cara a un balotaje que los vuelve a enfrentar, ahora como conjunto, con el Frente Amplio.
“Hoy me despojo de mi partido, me despojo de lo que fui, de lo que soy, para subir un escalón: paso de representar a un partido a representar un proyecto político parlamentario en el país que me tocará gobernar”, afirmó Delgado, enfundado en aplausos y gritos que coreaban “presidente, presidente”.
Algunas horas antes, cuando se conocieron las primeras proyecciones de escrutinio que confirmaban el balotaje entre Delgado y Yamandú Orsi, del opositor Frente Amplio (centroizquierda), el puñado de personas que se convocaron desde temprano en la tarde explotaron en júbilo y gritaron como un gol las cifras que otorgaban entre un 42 y un 44 por ciento al Frente Amplio, y entre un 25 y un 27 por ciento al Partido Nacional.
Lo que muchos celebraron fue que la elección no se definiera en primera vuelta y poco importó la diferencia entre el primero y el segundo, que oscilaba los 15 puntos.
“No vuelven más, no vuelven más”, cantaron los presentes, quienes coincidieron en que los resultados fueron mejor de los que esperaban. A medida que los guarismos se mantenían otros tantos se animaron a acercarse, ahora más decididamente, al espacio armado sobre la avenida Bulevar Artigas.
Entre el gentío sobresalían tres generaciones de mujeres, atildadas para la ocasión, que festejaban los “resultados excelentes” que sobrepasaron las expectativas, según reconoció a la Agencia Sputnik, Teresa Díaz, hija y madre de la tríada femenina.
“Hay mucho para festejar, el Frente está ahí de no tener mayoría parlamentaria, la coalición se sigue afianzando y tenemos chance de darle una vuelta (en el balotaje)”, confió a esta agencia, habano en mano, Santiago Rodríguez, empresario de 34 años.
El hombre también celebró que no haya el plebiscito que planteaba una reforma de la seguridad social no haya conseguido los votos suficientes para su aprobación y añadió que la elección de noviembre “debería ser bastante sencilla” para la coalición oficialista.
Finalizados los discursos, la plaza se convirtió en una fiesta en la que no faltaron las cervezas, las banderas uruguayas flameando en todos los planos y los silbidos para el enemigo común.
Tiesas, las figuras que componen el monumento al educador José Pedro Varela, se miraban entre sí, aportando la única dosis de cautela de cara a una elección que sólo debe extenderse por un sistema que únicamente premia al que se lleva el 50 por ciento más uno de los votos.
El domingo, Uruguay celebró la primera vuelta de las elecciones nacionales, en las que además se eligió un nuevo Parlamento (99 diputados y 15 senadores) y se votaron dos propuestas de reforma constitucional, una que propone cambios en el sistema jubilatorio y otra sobre la posibilidad de que la Policía realice allanamientos nocturnos en hogares, algo que actualmente está vetado por Carta Magna.
Con el 83 por ciento de los circuitos escrutados por la Corte Electoral, Orsi está obteniendo un 45 por ciento de los votos y Delgado un 29 por ciento.
Ninguno de los plebiscitos estaría siendo aprobado, de acuerdo a los datos de la Corte Electoral.
La participación fue de alrededor del 89 por ciento de los más de 2,7 millones de habilitados para votar.
La segunda vuelta se celebrará el domingo 24 de noviembre.
El próximo presidente de Uruguay asumirá el 1 de marzo de 2025 por un periodo de cinco años. (Sputnik)
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