Miles de bolivianos se reunieron en diferentes ciudades del país para recibir el Año Nuevo andino amazónico chaqueño 5532. El acto se celebró con rituales ancestrales de retribuciones a la Pachamama (Madre Tierra), levantando las manos para recibir los primeros rayos del sol y haciendo pedidos de unidad, paz, prosperidad y buenos deseos.
Desde la madrugada, miles de bolivianos se concentraron en los lugares sagrados establecidos por el Ministerio de Culturas y los gobiernos municipales. El presidente del país, Luis Arce, y el vicepresidente David Choquehuanca, también participaron en el evento que tuvo lugar en el Templo de Kalasasaya, en el municipio de Tiwanaku.
“Que no existan discordias y que sea un año de paz, tranquilidad y prosperidad para el pueblo boliviano”, expresó el mandatario.
Mientras tanto, a pesar de las malas condiciones meteorológicas, en el pueblo aymara de Huarina, autoridades y pobladores ascendieron al Turriturrini, un cerro sagrado desde donde se divisa el Titicaca —el mayor lago de los Andes— para celebrar con ofrendas a la Pachamama y pedir por buenas cosechas y salud.
“Esta vez el tiempo no ha sido bueno, parece enojado. El sol no ha salido, pero estamos aquí para hacer la challa [ofrenda], para que este año sea productivo para todos los hermanos. Esta celebración significa producción y salud, nuestros abuelos venían acá. Vamos a consultar a los chamanes para saber cómo nos irá en la producción”, indicó el alcalde aymara Wilson Mamani.
La celebración también recibe el nombre de Willka Kuti, que significa retorno del sol en aymara. En Bolivia, esta fecha se instituyó como feriado nacional, con suspensión de actividades desde la promulgación del decreto supremo del 17 de junio de 2009.
En los últimos años, la fiesta ha cobrado relevancia por el impulso del turismo, con más de un centenar de puntos de concentración en todo el país.
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