Venezuela ha demostrado un interés inquebrantable en unirse a los BRICS, un bloque económico y político fundado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, y al cual recientemente se adhirieron Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía.
La adhesión de Venezuela a esta coalición no solo representa una aspiración política, sino un movimiento estratégico hacia un mundo multipolar y pluricéntrico. Hace pocos días el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Vershinin, informaba al medio Sputnik que la posición de Rusia al respecto del deseo de Venezuela era considerada con “gran respeto” y “desde el punto de vista del alto carácter estratégico de nuestras relaciones bilaterales”.
Un paso decisivo: la integración formal
En una entrevista exclusiva para Sputnik, Wilmer Depablos, analista político y especialista en economías emergentes, explora las implicaciones y el potencial de este proceso.
Según Depablos, el deseo del país suramericano de unirse a los BRICS no es una idea reciente, pero sí su deseo de formalizar la incorporación, la cual ocurrió en la XV Cumbre celebrada en Sudáfrica en agosto del 2023.
“En dicha reunión del bloque, Venezuela fue ratificada como miembro asociado, y se estima que, en octubre de este año, durante el encuentro de los BRICS+ se analicen las 23 solicitudes formales de adhesión, entre las cuales se encuentra Venezuela”, apunta el analista.
Depablos es optimista sobre la integración completa de Venezuela en el corto plazo. A su juicio, la presidencia rotativa de la Federación de Rusia en los BRICS+ y la revisión de las solicitudes permitirán que Venezuela pase de ser un miembro asociado a un miembro pleno de este bloque estratégico.
El modelo productivo venezolano: una respuesta a las sanciones
El presidente Nicolás Maduro ha proclamado repetidamente que Venezuela crecerá con o sin sanciones, gracias a un nuevo modelo productivo. Este modelo, según Depablos, ha mostrado resultados tangibles en los últimos 14 trimestres, respaldados por informes de organismos internacionales como la CEPAL, el FMI y Credit Suisse.
De acuerdo con Depablos, el modelo venezolano combina elementos capitalistas y socialistas, adaptándose a las restricciones impuestas por las sanciones estadounidenses. Uno de los ejemplos más notables de este modelo es el sector alimentario.
“Antes de las mal llamadas sanciones, Venezuela importaba el 87% de sus alimentos. Hoy, produce el 97% de lo que consume. Este cambio drástico se debe a un enfoque en la autosuficiencia y la resistencia económica, permitiendo que el país satisfaga sus necesidades sin depender de las importaciones. Este modelo se extiende a otros sectores, como la vivienda y los fármacos. Venezuela ha desarrollado viviendas sin importar insumos, y produce el 70% de sus medicamentos, complementando el resto con acuerdos bilaterales con países como India. Este enfoque mixto ha permitido a Venezuela adaptarse y prosperar a pesar de las sanciones internacionales”, refiere Depablos.
El analista destaca las potencialidades de Venezuela en comparación con otras economías emergentes. La relación de Venezuela con potencias como Rusia, China, India e Irán, basada en la cooperación y el respeto a la soberanía, ha permitido acuerdos en diversas áreas, desde la tecnología hasta la defensa. Estas alianzas estratégicas ayudan a resolver las asimetrías en los intercambios comerciales y financieros, fortaleciendo la posición de Venezuela en la economía global.
Zonas económicas especiales: motores de inversión
Para Wilmer Depablos, las zonas económicas especiales son un componente crucial en la estrategia de desarrollo de Venezuela de cara a los BRICS+.
“Vimos en la última visita del presidente Nicolás Maduro a China una reunión de Alto Nivel donde invito a los inversores chinos a desarrollar en el oriente del país una cantidad relevante de tierras para la producción de alimentos, entiendo que todo ese potencial se está desarrollando lo que llevará pronto a Venezuela a niveles de exportación”, asegura.
“Una vez satisfechos los mercados locales, los excedentes deberán garantizar la reserva estratégica para luego ir al cuarto factor de ingresos: la exportación que permita ingresos de divisas al país. Todo esto en el entendido de transferencia tecnológica y de conocimiento que permita desarrollar el sector secundario de la economía en el país, la industria”, señala Depablos.
El turismo también se destaca como un sector con gran potencia. En opinión de Depablos, Venezuela, con su diversidad geográfica y cultural, puede atraer turistas internacionales, especialmente en un contexto donde los conflictos y el costo de vida en Europa presentan una oportunidad.
Una muestra de ello a juicio del analista es el creciente turismo interno y los primeros indicios de turismo receptivo desde Rusia y otros países, subrayando la necesidad de desarrollar la infraestructura turística para maximizar este potencial.
Desdolarización y nuevos sistemas de pago
El papel de los BRICS+ en la desdolarización es un proceso que ya está en marcha, según Depablos. Economías como Rusia, China, India, e Irán han comenzado a respaldar sus reservas en otras monedas y en oro, reduciendo su dependencia del dólar estadounidense.
“Hace dos días antes del fatídico accidente del helicóptero del presidente Ebrahim Raisi, se hizo público en la prensa mundial que Irán y Rusia trabajaban el nacimiento de la moneda de los BRICS. Esa noticia tiene una repercusión trascendental, pues sin lugar a duda es el desplazamiento de la hegemonía del dólar norteamericano que ha sometido al mundo entero como lo que es: un arma de guerra”, considera el experto.
“Sabemos porque así no lo hizo saber el presidente Vladímir Putin que se trabaja a pasos agigantados en este proyecto que, sin lugar a duda, le dará un giro al nuevo orden financiero mundial. No solo se trata de una moneda, sino que es todo un sistema financiero de pago que desde ya se conoce como Pay BRICS”, acota el analista.
Desde la perspectiva de Wilmer Depablos, para Venezuela este cambio representa una oportunidad para interactuar en los mercados internacionales sin la presión del dólar y el sistema SWIFT. La posibilidad de utilizar monedas alternativas facilitará el comercio y las finanzas, promoviendo una economía más libre y menos sujeta a las sanciones.
El rol de Venezuela en el nuevo orden global
Para el analista internacional, el país sudamericano, además de un modelo económico, que combina elementos de autosuficiencia y cooperación internacional que puede servir de ejemplo para otras naciones que buscan liberarse de la dependencia económica y política, cuenta con características claves para convertirse en un jugador clave dentro de los BRICS:
“Venezuela, tendrá un rol muy importante en virtud de sus reservas petroleras, su oro para respaldar las monedas y todos los minerales y tierras raras para la industria de esos países, pero sobre todo por tener una población tan joven que repercute en mano de obra, consumo y dinamismo en la economía. La posición estratégica hacia el Caribe, Centro América y Sur América y por ser además un país que se encuentra en paz en la única zona de paz que queda en el mundo”, concluye.
@Sputnik
/Imagen principal: ©red socialX